La puerta negra

Mon

10 de enero de 2021

Por si en este momento no te apetece leer…

“Déjame que te cuente, que hubo una vez…”

En un país muy lejano, un rey que era muy polémico por sus acciones.

A los prisioneros de guerra los metía en frías mazmorras sin agua y comida durante varios días. Después eran llevados ante él. Eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:

-Os voy a dar una oportunidad, mirad el rincón del lado derecho de la sala.

Los prisioneros miraban hacia el lugar indicado y veían varios soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.

-Ahora, continuaba el rey, mirad hacia el rincón del lado izquierdo.

Los prisioneros giraban la cabeza y veían que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, donde cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla, era la mano de un cadáver.

El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:

– Ahora escoged, ¿qué es lo que queréis? ¿Morir clavados por flechas o abrir la puerta negra mientras los dejo encerrados allí? Podéis decidir,  ¡vamos! ¡Escoged!.

Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento. A la hora de tomar la decisión, llegaban cerca de la puerta negra, de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: “viva la muerte”, y decidían: “Prefiero morir atravesado por las fechas.”

Uno a uno, todos actuaban de la misma forma. Miraban la puerta negra, miraban a los arqueros de la muerte, y decían al rey:

– Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado.

Fueron miles los que optaron por la muerte por las flechas.

Un día, la guerra terminó. Pasado el tiempo, uno de los soldados del “pelotón de flechas” estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó:

 – Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta, pero, ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?

El rey respondió:

-Pues bien, si quieres saberlo, ve y abre esa puerta.

El soldado temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de la enorme sala. Abrió un poco más la puerta, y más luz entró, y un delicioso aroma a hierba verde llenó el lugar. El soldado abrió la puerta de par en par y vio lo que había tras ella, en su totalidad.  Árboles, flores, pájaros… En el gran campo se abría un camino, y fue entonces cuando el soldado se dio cuenta, de que tras la puerta negra, se hallaba, la LIBERTAD.

 “Y colorín, colorado… los cuentos, nunca son terminados”

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