La familia es el primer ámbito donde el niño y la niña comienzan sus primeras interacciones.
El ámbito educativo es uno de los más importantes para su desarrollo. En él van adquiriendo diferentes habilidades cognitivas, sociales y emocionales.
Cuando el desarrollo en alguna de estas áreas falla, el rendimiento académico se ve afectado y estudiar se convierte en una dificultad progresiva que va dañando su autoestima.
Los niños y niñas con dificultades en el aprendizaje necesitan, en mayor medida, apoyos individualizados que contribuyan a mejorar no solo su rendimiento escolar sino sus competencias sociales y emocionales.
Los talleres de verano son espacios seguros para que consigan nuevas competencias mientras se divierten.
¿Por qué son importantes estos talleres educativos?
Por muchos motivos. Déjame que te cuente algunos…
- Conocerán diferentes técnicas que mejorarán su calidad de estudio y les reforzará para el nuevo curso escolar.
- Mejorarán sus niveles de atención e impulsarán la motivación por el aprendizaje.
- Se conocerán más y mejor.
- Aprenderán a identificar y ponerle nombre a lo que sienten ellos mismos y los demás.
- Desarrollarán nuevas competencias interpersonales que mejorarán sus relaciones familiares y sociales.
El objetivo fundamental es promover una educación integral donde el niño y la niña puedan:
“aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser”.
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