Educación Social

Educación de Personas Adultas

La socialización de la educación implica la transmisión de valores, conocimientos y pautas de conducta de la sociedad a los individuos que formarán parte de ella como miembros sociales.

Este proceso debe promover las condiciones sociales que favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral y la consecuente participación en el desarrollo social.

Es labor del educador/a social que las intervenciones y los efectos que produzcan con ellas, permitan la socialización, la inserción laboral y la toma de decisiones.

La educación a lo largo de toda la vida es una cuestión que está presente en todas las facetas de la persona.

Se fundamenta en un criterio aplicable a otros terrenos educativos, como el de la formación permanente y continuada, donde las personas se insertan en un proceso de aprendizaje y reciclaje de los conocimientos a lo largo de toda su vida.

La Educación de Adultos tiene que ver con la carencia formativa de los adultos. Puede ir desde la alfabetización y alfabetización digital a la necesidad de capacitación profesional o de entornos con problemas diversos (carcelarios, barriadas, desarrollo comunitario, etc).

La Educación de Adultos se encuentra en espacios informales y no formales. Es una educación orientada a desarrollar estrategias que faciliten el proceso de aprendizaje para aquellos que no completaron o abandonaron la educación formal.

Su función es atender a las necesidades formativas de la población adulta vinculadas a su desarrollo personal y a su adaptación sociolaboral.

La Educación Social entiende la Educación de Adultos como un enriquecimiento personal y cultural a través del cual la persona desarrollará su autonomía y su espacio vital.

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